domingo, 13 de julio de 2008

IN MEMORIAM DEL M.·.I.·.H.·.URIEL VALLS

Uriel Valls Girol, ex Gran Maestre en España de la Orden Masónica de Menphis Misraïm y 33º del REAA, ha pasado al Oriente Eterno después de una larga convalecencia cardíaca. Desde esta página acompañamos fraternalmente en el dolor a su viuda, a los hijos (la menor apenas un bebé) y a su familia. "Gimamos, gimamos. gimamos...pero esperemos".

viernes, 6 de junio de 2008

OBISPOS Y POLÍTICA

Adjunto este artículo del "Norte de Castilla" que ilustra muy bien la polémica acerca de las declaraciones políticas de los obispos:
"Los obispos tienen todo el derecho del mundo a opinar en una sociedad democrática, como cualquier otro ciudadano. Otra cosa es que su opinión resulte más o menos convincente. Desde el punto de vista eclesial, los obispos tienen entre sus funciones orientar la conducta de los católicos en la esfera pública porque el cristianismo es una religión que tiene una palabra sobre todas las dimensiones del ser humano y no sólo sobre las estrictamente privadas. Ahora bien, la participación directa de los responsables eclesiales en la escena política, plantea, a mi juicio, riesgos específicos como los siguientes (no digo que incurran en ellos, sólo los señalo): (1º) Partidismo. La Iglesia no puede alinearse con una sola ideología o partido político. Existe la tentación de entablar una coalición de intereses con el partido menos malo desde la propia óptica. (2º) Clericalismo. La participación directa en los asuntos políticos corresponde, fundamentalmente, a los laicos y desde una posición pluralista, además. (3º) Fundamentalismo. Un estilo que clame por la imposición del modelo de vida católico a toda la sociedad o que proponga el futuro desde la añoranza de los patrones culturales de nuestros abuelos, no es evangélico ni inteligente. Me parece que el potencial emancipador del cristianismo debe presentarse, sobre todo, en positivo, como una puerta abierta a la esperanza (otra manera de vivir es posible) y no en negativo como una losa moral, pesada e incomprensible, administrada por personas que ofrecen la sensación de estar en permanente estado de cabreo (4º) Política con disfraz. Algunos líderes católicos pueden sentir la tentación de hacer derivar del Evangelio o del Magisterio su propia postura político/partidista (que por supuesto que se tiene, todos la tenemos). (5º) Jugar con fuego. Algunos documentos eclesiales valoran de modo muy relativo el sistema democrático (una 'simple cuestión de mayorías'), con desafección y lejanía, cuando no con afirmaciones bastante simplistas. Naturalmente, las mayorías pueden equivocarse, pero un sistema democrático es más que el principio de la mayoría y, dada la dificultad (en parte por las resistencias eclesiales) que hemos tenido los españoles a lo largo de nuestra historia de vivir en un sistema democrático (de verdad sólo lo hemos logrado después de 1978), y las trágicas consecuencias que de ello se ha derivado, me parece inapropiada e injusta una mirada de nuestro sistema político tan fría y reticente, como si careciera de trasfondo moral sólo porque no gusta cómo se gobierna. (6º) Falta de coherencia. No se puede estar reprochando a los otros, a los terribles 'laicistas radicales' falta de buena fe y seguir manteniendo los belicosos comentaristas de la COPE, por ejemplo. No puedes tirar piedras al vecino si tu techo es de cristal. Y menos si se supone que uno de tus mensajes centrales es no tirar piedras o quitarlas de los muros para tender puentes. (7º) Falta de finura. ¿De verdad, por ejemplo, alguien cree que una asignatura es determinante en la educación de los niños en algún sentido? ¿De verdad alguien cree que los profundos cambios en la institución de la familia son obra de los cambios legislativos de un Gobierno? Si no se acierta en el diagnóstico, mucho menos en el tratamiento. (8º) Abuso colegial. El que los líderes católicos más incisivos y conservadores sean los más visibles en la Iglesia española hipoteca las posibilidades de expresión de otros responsables más equilibrados y sesga incorrectamente la imagen de toda la comunidad católica."

sábado, 15 de marzo de 2008

MASONES Y CATÓLICOS DIALOGAN OFICIALMENTE


270 años han tardado la Iglesia Católica y la masonería, desde la bula In Eminenti, en dialogar públicamente de forma oficial. El acontecimiento tuvo lugar en Bélgica durante la semana en el marco de la Feria del Libro. Henri Bartholomeeusen, Gran Maestre del Gran Oriente de Bélgica y Godfried Danneels, Cardenal Primado de Bélgica, fueron los protagonistas de un debate histórico moderado por el periodista Eddy Caekelberghs sobre el tema: “Del anatema al diálogo”

Agradecemos a nuestro Q.·.H.·. Jiri Pragman habernos permitido brindado la ocasión de conocer, a través de su ineludible blog, esta histórica entrevista, grabada para el programa Face à l´info y que está disponible, íntegramente, en forma de podcast.

Nos parece importante que los HH.·. hispanohablantes tengan también acceso a ella y por ello propondremos, a lo largo de tres artículos, la transcripción literal de la entrevista. He aquí el primero de ellos:

Entrevistador: Monseñor, veo que, muy pronto -desde 1738-, con la bula In Eminenti del Papa Clemente XII, hay una condena pública -es la primera- de una agrupación llamada francmasonería, porque en ella se hacen juramentos turbios, en la oscuridad del secreto, y no cabe a los católicos considerar pertenecer a la masonería. Podría multiplicar uno ese tipo de declaraciones hasta hace poco; el Papa actual, entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, volvió a precisar que ser a la vez católico y masón no era procedente. ¿Siguen siendo, efectivamente, para usted, mundos antagónicos?

Cardenal: tener una larga Historia como la nuestra tiene ventajas y desventajas. Es que se puede, evidentemente, ver nuestros genes de dónde venimos pero no es necesariamente cierto que siempre sea válido. Yo diría que depende de lo que se piense cuando se oye a la masonería. Por que no hay que olvidar que existe, al fin y al cabo, una divergencia bastante grande entre una religión trascendente y de revelación y una autoridad de la inteligencia y la razón humanas. Creo que ahí hay, a pesar de todo, una diferencia que no hay que obviar. Evidentemente, en esa época -la de esas declaraciones- se pensaba que tener una identidad equivale a enfadarse con otra: ése ya no es el caso, y creo que ya no es el caso por ninguna de las dos partes; se puede tener una identidad, y no necesariamente tener miedo de afirmar su identidad, de lo contrario el diálogo es falso. Por tanto, hay que afirmar la propia identidad pero, por otro lado, eso no impide a alguien hablarle a otro y darse cuenta de lo que piensa, de lo que no piensa, ese otro. Porque quizá uno de los problemas sea la ignorancia mútua. Nos conocemos muy poco: esto es una primicia, es evidente. Bueno, hoy en día se dan muchas primicias, pero sigue siendo una primicia decírselo: no nos conocemos tanto unos a otros, así que diría que hay que mirar qué significa esa condena: ¿es una afirmación de identidad? Sí. Si supone, además, condenar a otro, yo estaría menos de acuerdo con ella. Pero está ligado a la época: todos fuimos así.

Entrevistador: por otra parte, para usted, Henri Bartholomeeusen, como presidente de una de las obediencias belgas… la más antigua, para empezar, y que ha tenido a menudo la reputación de ser ferozmente anticlerical, como tal, citaré aquí, simplemente, no a un masón, pero a un francés, Pierre-Joseph Proudhon, quien dijo” el hombre se vuelve ateo cuando se siente mejor que su dios”. Se entiende por ahí, naturalmente, que no imaginaba congratularse por una aproximación entre la masonería, por ejemplo, y la Iglesia. Más próximo a usted, en Bélgica, uno de los fundadores del Gran Oriente de Bélgica, Joseph-Marie de Fresnes, que era miembro de la logia “Les vrais amis philantropes” y de “Les vrais amis de l´Union”, que creó después de una carta de los obispos belgas, justo tras la creación del Estado, una canción titulada “Los francmasones y el clero belga. Cántico destinado a las logias masónicas”, en la que dice: “los servidores titulados del Vaticano declaran la guerra a los masones, es demasiado cierto: esos adeptos con mitra ya han lanzado sobre nosotros su trueno, volvámonos contra ellos con las temibles armas de la razón sin hiel y sin amargor, ya no son ministros del Señor desde que condenaron a sus semejantes”. Está claro que, en materia de anatemas, las cosas podían ser recíprocas, ¿no?

Gran Maestre: sí, si me habla usted del anticlericalismo, eso implica, evidentemente, que uno se interrogue sobre la cuestión de saber qué es el clericalismo. Y ahí hay que matizar mucho. Cuando el sacerdote dice su fe, que necesariamente es común al conjunto de su Iglesia, cuando dice su doctrina, la doctrina de su fe -que, cuando es avalada, puede convertirse en ley- no me supone un problema cuando se dirige a sus adeptos, en la medida en que éstos sean adultos y consientan en ello, o, en todo caso, capaces de discernir. Tengo más reservas cuando se dirige -quizá podríamos hablar de ello- a los recién nacidos a los que se bautiza y a los que se impregna un poco como a las ocas de Lorentz. Pero, con esa salvedad, puedo aceptar sin dificultad que el sacerdote practique su ministerio. La coas es totalmente diferente cuando pretende elevar al nivel político sus valores de verdad, porque, si hay una cosa que debe salir del campo político- y es lo que caracteriza el clericalismo, siendo el clericalismo la opinión de los partidarios de que se inmiscuya el clero en la política-, lo que no puede, efectivamente, declararse en el plano político es la Verdad. Porque la verdad no se vota. La verdad no es una cuestión de mayoría frente a minoría, la verdad no se decreta a priori, la verdad religiosa. Por tanto, así como estaría dispuesto a defender a un sacerdote para ayudarle a cumplir con su ministerio, cuando se entra en lo que se llama el clericalismo así entendido, sería el primero, evidentemente, en atacarlo. Es una cuestión de libertad de conciencia, pero lo he dicho de forma desacomplejada porque pienso que el clericalismo de ese cariz no es del gusto del cardenal aquí presente. Tengo la sensación de que podría compartir quizás mis sentimientos, ya que pienso que es un hombre que tiene el alma bien hecha (RISAS).

Entrevistador: Godfried Danneels, leyendo, recientemente, la entrevista concedida por el arzobispo de Fréjus-Toulon, Monseñor Dominique Rey -y era hace unas semanas-. éste volvía a preconizar una distancia razonable -por no decir más- entre la iglesia y la masonería, diciendo ·”la inteligencia y la razón humana sigue siendo soberana en todas las cosas en masonería, la masonería refuta todo fenómeno sobrenatural, considerado como una intervención divina, es, por tanto, una filosofía humanista consagrada a la búsqueda de la verdad, pero estima que ésta es inaccesible y por tanto es sospechosa de relativismo.” Aún suscribe usted ese discurso o considera que también es un fenómeno de la época?

Cardenal: hay ahí una parte que es cierta: es que la masonería considera la razón humana como la instancia suprema y libre. Y estoy totalmente de acuerdo en que se puede tener esa concepción; lo que puede decirse es que la Iglesia católica no es de esa opinión porque hay una trascendencia. Diciendo lo que Monseñor Rey dice ahí… sí, si se mantiene uno en el plano filosófico y religioso. Pero si se conviertiera en una especie de movilización de uno contra otro -cosa que, creo, no está en ese texto- yo sería más reticente. Para mí, el gran problema es cuando la religión -e incluso la masonería- se transforman en un instrumento de poder. Para mí, el clericalismo es entender la religión como un instrumento de poder -y a lo largo de la Historia se ha hecho, ¿eh? Por supuesto-, así que los católicos, evidentemente, y los cristianos pueden tener una convicción política y estar representados en el Parlamento y votar por mayoría contra minoría, porqué no, pero el clero no tiene que ser más que el que propaga la convicción religiosa, y no utilizar directamente los instrumentos que son propiamente políticos, de fuerza y de poder. Y eso ha cambiado mucho en los últimos tiempos. Lo que el señor Gran Maestre decía, por ejemplo, respecto a que yo no estoy en esa línea, es absolutamente cierto. Y siempre he querido ser así. La Iglesia debe afirmar su identidad por la palabra. Y son los cristianos y los católicos, no el clero, los que deben poner eso en práctica en política y en otros aspectos. Y eso es, al fin y al cabo, algo que ha cambiado a lo largo, digamos, del último siglo o medio siglo.

Entrevistador: si pudiéramos, durante algunos momentos, seguir intentado comprender la evolución, harto reciente, de las cosas y las posiciones de unos y otros, señor cardenal, tendríamos que destacar, seguramente, muchos discursos que han provenido ,ya sea del Magisterio romano ya sea de la Curia, durante estos últimos meses, apelando a formas de objeción de conciencia reconocidas para médicos, para farmacéuticos, o apelando, particularmente, es cierto, en suelo italiano pero a veces también en suelo español, en la campaña política, a los representantes, a los cargos políticos electos, a que no se asocien al voto de tal o cual ley, en nombre de su pertenencia y de su conciencia política, filosófica y de convicciones. ¿No contradice eso, para usted, lo que acaba de decir (a saber, apelar a no propagar más que el mensaje de la convicción?

Cardenal: es ir un poco lejos. Dar instrucciones de voto es ir un poco lejos. También lo hemos hecho, ¿eh? Hace algunos años, respecto a la cuestión escolar, por ejemplo, también lo hicimos. Pero me parece que la palabra de la Iglesia debe ser tan fuerte y directa… sin tener que bajar hasta lo político-político.. Evidentemente, hay política con minúscula, esa política de partidos no es asunto nuestro. Pero en la Política con mayúscula, que sería el bienestar, la “polis” de la sociedad, yo creo que hay que hablar alto y claro, decir: “mirad, nosotros pensamos ésto”.
Entrevistador: es lo que llamaría usted, no quizá “laicidad positiva” -concepto manifiestamente preciado por el presidente francés- pero ¿laicidad “desacomplejada”?

Cardenal: sí, y abierta. Creo que un laicidad cerrada es una lacidad que opina que todas las convicciones han de ser grises, así no puede uno destacar. Una laicidad abierta dice que hay tantas buenas cosas como colores haya, por ejemplo. Y creo que pasamos lenta y progresivamente de una laicidad cerrada y clausurada a una laicidad abierta, lo que, para mí, es perfectamente compatible con el magisterio, con la curia y con todo.
Entrevistador: Henri Bartholomeeusen, ¿alguna reacción al respecto? Se ha glosado mucho en Francia sobre esa “laicidad positiva” que Monseñor Danneels llama lacidad más desacomplejada o abierta: ¿cuál sería su aproximación a este problema?

Gran Maestre: bien, cuando oigo expresarse al cardenal oigo a un hombre que expresa una religiosidad “desacomplejada”; “positiva”, y pienso que eso contribuye a “desacomplejar” y a “hacer positivo” al laico que soy. Yo me siento muy desacomplejado cuando veo que, por ejemplo, las autoridades académicas de la Universidad de Louvun, hoy en día, son capaces de enfrentarse al Magisterio, de escoger de forma autónoma las investigaciones que quieren llevar a cabo sin plegarse a la ética que exigiría, quizá, la religión. Me parece un hermosísimo paso adelante: eso no es irreligioso, eso permite, sencillamente, distinguir entre lo que depende de los valores y principios morales universales y lo que atañe a la religión.

Entrevistador: en su libro, señor cardenal, dice usted: “es de extrema importancia para nuestras Universidads permanecer insertadas en implantadas en el mundo científico y técnico; de lo contrario, la Iglesia se convertirá en una especie de fortaleza que ya nadie visitará”. Se sabe que, muy regularmente -desde hace más de veinte años-, la Universidad Católica de Louvain y la cauen? son convocadas, de vez en cuando, a Roma porque en el ámbito de la ciencia, de la investigación in vitro, etc, no respetan la letra -o incluso el espíritu- de la intención de algunos. De hecho, usted ha acudido en su ayuda.

Cardenal: nunca han sido convocados. Pidieron ellos mismos poder ir a Roma para explicar a técnicos, no a gente de poder dentro de la Iglesia sino a técnicos en biomedicina -no en bioética- y no fuimos el rector ni yo a Roma sino que fueron los técnicos de Louvain -de Loewen-, en fin, de los dos, de Louvain y Loewn, quienes fueron a Roma para explicarse. Ese encuentro fue muy bueno -además se repetirá-, pero, para abordar el problema desde un ángulo un poco más alto, entre fe y ciencia -sobre todo las ciencias positivas- siempre habrá una especie de tensión. Y creo que es bueno. Porque, por una parte, la ciencia puede decir a la fe: “mire, quizá crean usted algunas cosas que no pertenecen al centro y al núcleo mismo de su fe. Doy un ejemplo: Galileo es un ejemplo absolutamente claro. Galileo* dice “no, no es la Tierra que gira alrededor del Sol, es a la inversa. Además, se ve: se ve salir el Sol por Oriente, al Este, y se pone al Occidente. Por tanto, se mueve. Y Galileo dice -y Copérnico antes que él-: “no, no es así”. Coja los seis días de la creación, al principio de la Biblia: Dios creó el mundo y el universo en seis días. Habría que haber empezado por observar que Dios crea la luz el segundo día y el sol el tercero. Eso quiere decir que, en alguna parte, no puede ser una narración que trate del cómo se hizo: eso es cosa de la ciencia. Y creo que la Iglesia no tiene nada que decir al respecto, sobre el cómo. Tiene que decir sobre el porqué. Porqué hay algo en lugar de nada: eso es otra cosa. Y creo que la ciencia decapa, como un escultor frente a un bloque de mármol de Carrara, ve ya la estatua perfecta pero debe liberar a la estatua. La ciencia positiva libera, de vez en cuando, a la fe de escorias que están a su alrededor. Y la inversa también es cierta: la Iglesia puede decir, de vez en cuando, a los hombres de ciencia positiva: “mirad, obtenéis resultados extraordinarios pero por una reducción de la realidad a su aspecto cuantitativo”. En mi vida he bebido H2O, sino agua. Quiero decir que el agua es más que el H2O. Sin embargo, es cierto, exacto. Creo, por tanto, que hay que darse cuenta de que ciencia y fe serán, hasta el fin de los tiempos -y quizá hasta un poco más allá- como los dos raíles de un ferrocarril: no permanecen idénticos pero dicen que se juntan en el infinito. Siempre he creído eso. De algún modo, por tanto, hay una dialéctica indispensable, por ambos lado, entre la fe y la ciencia. Así que hablémonos unos a otros.

miércoles, 19 de diciembre de 2007

OSCURIDAD...Y LUZ


Estamos festejando la vida, uno de los aspectos de la vida. Estamos celebrando y acompañando ritualmente, esa parte del año en que todo es quietud, donde todo está en silencio, donde todo en apariencia es frío, cuando la noche es más larga. Sin embargo, en esa apariencia tan árida se está gestando la semilla que nos devuelve con su apertura, la primavera, el florecimiento, el renacimiento. Pero como la naturaleza es toda, eso mismo sucede dentro de nosotros. Estamos gestando dentro de nosotros el silencio creador, el que nutre, el que inhibe el ego pero construye el yo en esa aparente oscuridad, nuestra realidad interior se va, reitero, gestando. Tal como en nosotros, también es en la naturaleza, lo vemos, lo palpamos, lo reconocemos. Dirijamos por instantes nuestra mirada hacia arriba, miremos hacia el cielo. También el sol sale cada día, metafóricamente hablando, porque la realidad es que la Tierra en su rotación permite que la estrella nos ilumine en determinado lapso natural. Y, a su vez, en su traslación, nos permite este festejo. Y aquí quiero llegar. El reconocer en cada uno el festejo de Solsticio, el reconocer en la naturaleza que nos rodea, y en reconocerlo en el universo. Se asemeja a la ley del Kybalion cuando se cumple! el mensaje “Tal como es arriba es abajo”.
Ahora bien, la hechura natural nos permite discernir la dualidad. Festejamos entonces la quietud de la naturaleza, la constructora, el Solsticio de San Juan Evangelista, o puede ser una de las caras de Jano, o racionalmente hablando una de las facetas del movimiento de traslación de la tierra. Naturaleza en acción, y somos parte de ella. Nos festejamos para este renacer. Así como en el surco sembramos la semilla, veremos germinar todas nuestras buenas intenciones, esto en el caso de que nuestro pensamiento haya sido siempre hacia la construcción. Pero si nuestro pensamiento fue malo, destructor, veremos en nosotros el retorno de lo que salió de nuestra mente. La consciencia de la acción en trilogía. El pensamiento constructor tendrá como resultado la palabra y la acción constructora. Y es tan cíclico este retorno, como tan cíclico es este estar natural que hoy nos ocupa, el Solsticio de invierno del 2007. Ahora bien, la estructura natural nos permite discernir la dualidad. Festejamos entonces la quietud de la naturaleza, la constructora, el Solsticio de San Juan Evangelista, o puede ser una de las caras de Jano, o racionalmente hablando una de las facetas del movimiento de traslación de la tierra. Naturaleza en acción, y somos parte de ella. Nos festejamos para este renacer. Así como en el surco sembramos la semilla, veremos germinar todas nuestras buenas intenciones, esto en el caso de que nuestro pensamiento haya sido siempre hacia la construcción. Pero si nuestro pensamiento fue malo, destructor, veremos en nosotros el retorno de lo que salió de nuestra mente. La consciencia de la acción en trilogía. El pensamiento constructor tendrá como resultado la palabra y la acción constructora. Y es tan cíclico este retorno, como tan cíclico es este estar natural que hoy nos ocupa, el Solsticio de invierno del 2007

viernes, 30 de noviembre de 2007

LOS MASONES ABREN SUS PUERTAS EN ESPAÑA.


Los masones canarios están abriendo las puertas de sus templos. Y lo están haciendo ahora por primera vez pese a que desde 1979, tras el lapso que supuso la dictadura, levantaran columnas en Canarias distintas logias de distintas obediencias. Los masones quieren «poner fin a la leyenda negra que rodea la masonería» y para eso empiezan a actuar de cara a la sociedad. Algunos entienden su visibilidad como un resurgimiento de la masonería, sin embargo, a excepción de algunos talleres creados en los últimos tiempos, existen las mismas logias que hace más de veinte años. Esta apertura, que tiene como referente la tenida blanca (reunión pública) celebrada en la capital grancanaria a finales de octubre por la Logia Luis Salat y Gusils, no es, dicen, propaganda o una campaña de captación, significa que quieren «que se nos conozca», se les desmitifique y, sobre todo, se erradique de la opinión pública «la visión franquista» que aún se tiene de la masonería como una organización negativa, antirreligiosa y política. Dentro de este proceso de apertura, está previsto que en junio de 2006 se celebre en Las Palmas de Gran Canaria y en Santa Cruz de Tenerife un congreso de las Grandes Logias de Europa, un acto «importantísimo», aseguran los masones. El catedrático en Historia de América de la Universidad de La Laguna (ULL) y uno de los mayores expertos en masonería de Canarias, Manuel de Paz, retrata la situación actual de la organización filantrópica y su apertura al mundo de una manera distinta. Afirma que «igual que en el resto de España», en Canarias los masones están «divididos y enfrentados». La razón, dice De Paz, no es otra que el «querer reinventar la masonería de la II República, que fue un ejemplo más del caciquismo típico de la época». De Paz considera que su ansia de visibilidad responde básicamente a un «no quedarse atrás» ante la aprobación de la Ley de la Memoria Histórica. Como organización, dice, la masonería «tiene dada la espalda al futuro» porque «está entretenida en restablecer el orden de tiempos pasados» y, como en el resto de España, el papel de la masonería en Canarias «es nulo». Los masones que ostentan cierto poder o influencia, explica Manuel de Paz, lo hacen «por el cargo que ocupan, no por ser masones». Ejemplos de masones declarados en las Islas hay muchos y algunos como Jerónimo Saavedra, José Miguel Suárez Gil, Antonio Márquez, Alberto Isasi o Juan Carlos Alemán tiene gran vinculación política y empresarial. Sin embargo, ellos mismos reconocen que el ser masón no ha interferido en sus actividades en «la sociedad profana». La masonería, dice el diputado y ex secretario general del PSC y masón, Juan Carlos Alemán, «no influye en ningún ámbito de poder, ni lo pretende». Manuel de Paz es más radical y añade que «ni puede influir», porque como organización «no tiene peso». Otros estudiosos aseguran que la realidad va más allá de la teoría y la masonería funciona como «una fraternidad de hombres que trabaja conjuntamente por unos objetivos». Dicen estos estudiosos que en las logias «no ingresan personas que no acreditan cierta influencia en su ámbito social» y que, por tanto, «como en el Opus Dei, se busca influenciar en la sociedad y que avance según sus principios». Javier Borales, masón de la Logia Nueva Era, afirma que es «mentira» que la masonería sea un lobby o pretenda serlo en Canarias porque, «simplemente -dice- no tiene mayor poder». Asegura que hay muchos políticos «a los que le envuelve el espíritu masón y actúan como tales, pero nada más». En Canarias puede haber unos 3.000 masones. La mayoría, pese a la apertura que algunos defienden, afirma que «el exhibicionismo que pretenden no es bueno para la organización, que debe seguir siendo discreta». El poder de los logias, un secreto a mediasLos masones son los primeros en negar que tengan poder alguno en la sociedad canaria. Tampoco los estudiosos de la masonería les confieren una gran influencia. Sin embargo, la visibilidad de la que algunos masones hacen gala en los últimos tiempos viene a poner de manifiesto que buena parte de ellos están situados en lugares estratégicos desde donde los fundamentos de la masonería pueden ser trasladados a la sociedad con relativa facilidad.

La llegada de la democracia trajo también el resurgimiento de la masonería en España y con una fuerza relativa en Canarias. El Partido Socialista tiene una fuerte presencia en las logias que levantaron columnas en la Islas. En la Gran Logia de Canarias, más del 60% de sus miembros están afiliados al PSC; el resto, afirman personas cercanas a esta logia, son gente de liberal de CC. También hay empresarios y políticos del PP. En el ámbito de esta logia ha surgido un taller femenino «con excelentes integrantes, de gran nivel profesional e intelectual que avanza con fuerza y cuya poder no tardará en verse», dicen los masones.

lunes, 5 de noviembre de 2007

NUEVA LOGIA DEL DERECHO HUMANO EN MADRID


Una nueva Logia del Derecho Humano en Madrid
El pasado sábado día 3 de noviembre se producía un hecho masónico muy importante: Una Logia volvía encender sus luces en el Or.·. de Madrid. La Respetable Logia Libertad, signada con el número 1328 en el Libro de Oro de la Orden Masónica Mixta Internacional Le Droit Humain-el Derecho Humano renacía, cual Ave Fenix, de sus propias cenizas para reiniciar la andadura comenzada algunos, bastantes, años atrás. La Respetable Logia Libertad se viene a sumar a la Respetable Logia Igualdad con lo que son ya dos las Logias de la primera Obediencia mixta universal que trabajan en el Oriente de Madrid y que viene a ser el ejemplo de la pujanza de la Federación Española del Derecho Humano, que cuenta ya en la actualidad con 11 Logias distribuidas por todo el territorio español.

viernes, 19 de octubre de 2007

ENCENDIDO DE LUCES DE LA R.·.L.·.LIBERTAD, EN EL VALL.·. DE MADRID

"ENCENDIDO DE LUCES" DE LA R.·. LOGIA "LIBERTAD", EN EL VALL.·. DE MADRID, DE LA ORDEN MASÓNICA MIXTA INTERNACIONAL “LE DROIT HUMAIN” - EL DERECHO HUMANO.
La Federación Española de “Le Droit Humain”, El Derecho Humano, informa a todos los HH que el próximo día 3 de Noviembre de 2007, a las 11,00 horas, en el Templo instalado en un hotel céntrico de Madrid, tendrá lugar la ceremonia de "Encendido de Luces e Instalación de Oficiales" de la R.·.L.·. LIBERTAD, Nº 1328, con el siguiente orden del día:
Recepción de dignidades e invitados
Apertura de trabajos
Encendido de Luces
Instalación de Oficiales
Cierre de trabajos
Al final habrá una ágape fraternal.
Los Hermanos interesados en asistir a este magno evento pueden escribir a: costasnunez@gmail.com